Mitos y verdades sobre la limpieza facial

¿Empezamos por una aseveración indiscutible?
Pues bien: limpiar nuestro cuerpo es esencial para tener una piel sana, de buen aspecto, no sólo en el rostro sino a nivel de toda nuestra derma, es decir, toda la piel que nos recubre, que –como sabemos- tiene texturas y espesores bien diferentes.
Tenemos en el mercado un producto que se ha vuelto un “imprescindible” en nuestro set de cosmética: el agua micelar. Si nunca escuchaste hablar de este producto, puedes recurrir a una farmacia de alta especialidad para conseguirla o alguna farmacia en línea y revisar una gran variedad de marcas y compararlas.
Existe mucha información contradictoria que puede llevarnos a adoptar rutinas inadecuadas o incluso perjudiciales. Por eso, nos plantearemos enlistar algunos mitos y verdades sobre este tema.
Mitos y Verdades
Mito: Hay que limpiarse el rostro varias veces por día.
Verdad: No es necesario hacerlo muchas veces por día, hacerlo en exceso puede dañar la barrera cutánea y provocar irritación, enrojecimiento o incluso brotes de acné. Basta con una o dos veces, por ejemplo, mañana y noche, es suficiente para la mayoría de los tipos de piel.
Mito: la limpieza profunda lastima la piel.
Verdad: La limpieza profunda es importante, debe hacerse con un profesional o con productos específicos sin agredir zonas difíciles.
Mito: Solo necesitas protector solar en días soleados.
Verdad: Los rayos UV pueden afectar la piel incluso en días nublados o en interiores donde hay luz artificial. El protector solar debe usarse a diario.
Mito: Los poros se abren y se cierran cuando se exponen al vapor o a cambios de temperatura entre agua caliente y fría.
Verdad: Los poros no se abren ni se cierran, ¡no son puertas! Se dilatan o contraen.
Mito: Los remedios caseros o remedios naturales siempre son efectivos y seguros para tu piel.
Verdad: Aunque muchos ingredientes naturales pueden ser efectivos, también hay plantas o aceites esenciales que pueden causar irritación o reacciones alérgicas en ciertos tipos de piel. Estos remedios no están formulados para las necesidades específicas de la piel.
Mito: La piel se acostumbra a los productos de cuidado.
Verdad: La piel no desarrolla inmunidad a los productos de cuidado de la piel con el tiempo.
En conclusión, para mantener una piel saludable es fundamental distinguir entre mitos y verdades, y lo más importante: acudir a un especialista que te oriente según tus necesidades específicas. ¡No pongas en riesgo tu piel con información incorrecta! Cuida tu piel con conocimientos respaldados por profesionales.
Cada tipo de piel (seca, grasa, mixta o sensible) tiene necesidades específicas que deben ser atendidas con productos y tratamientos adecuados. No olvides proteger tu piel contra el fotoenvejecimiento y el cáncer de piel, lo ideal es usar protector solar todos los días, sin importar el clima.
Si estás buscando productos dermatológicos de calidad, acércate a una farmacia especializada donde encontrarás el surtido adecuado y necesario para el cuidado óptimo de tu piel.
Consulte a su médico especialista cualquier síntoma o molestia relacionada con su salud.
La información presentada no pretende diagnosticar ni ofrecer una sustitución al consejo médico profesional.